LA PANDEMIA COMO OPORTUNIDAD DE RENOVACIÓN EDUCATIVA

 

LA PANDEMIA COMO OPORTUNIDAD DE RENOVACIÓN EDUCATIVA

 RELACIÓN MAESTRO-ALUMNO

 

Por: Dra. Norma Peschard

 

“Enseñar es un trabajo bellísimo, porque permite ver crecer día tras día a las personas que son confiadas a nuestro cuidado. […] Es una gran responsabilidad” (Audiencia del Papa Francisco con la Unión Católica Italiana de Profesores, Dirigentes, Educadores y Formadores, 14 de marzo, 2015).

A raíz de la Pandemia del Covid-19 hemos sido testigos de nuevos cambios y adaptaciones en las costumbres sociales. Hace aproximadamente un año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) implementó medidas sanitarias y de distanciamiento social. El encierro obligado y de escaso contacto interpersonal ha planteado nuevos retos. 

Muchos gobiernos de todo el mundo ordenaron el cierre de las Instituciones Educativas. Un billón y medio de niños y adolescentes han estado confinados en sus hogares después del cierre de escuelas.

La Educación en línea ha sido una de las medidas adoptadas para garantizar la continuidad de su Educación. Sin embargo, esta modalidad presenta nuevos desafíos.

En las escuelas de nuestro país siguen suspendidas las clases presenciales. Los procesos de enseñanza-aprendizaje se siguen a través de plataformas digitales que no siempre ofrecen los mejores resultados especialmente por la falta de comunicación presencial en las relaciones interpersonales.

Conviene una seria reflexión sobre la importancia de estas relaciones en entornos virtuales de aprendizaje.

La figura del buen maestro en el proceso educativo no solo comunica información, sino que orienta y enseña con el ejemplo de su vida. El mejor modo de ser maestro es, sobre todo, vivir lo que se enseña (Educar para una nueva sociedad CEM, 2012).

Su deber es el de amar con intensidad a todos sus estudiantes, especialmente a los más difíciles y desfavorecidos.

“¿Quién es el prójimo para un profesor?” El prójimo son sus estudiantes. “¡Son ellos los que esperan de él una guía, una dirección, una respuesta y, todavía más, buenas preguntas!” (Audiencia del Papa Francisco con la UCIIM, 14 de marzo, 2015).

Ni un video, ni una pantalla, ni un libro, ni un experimento, ni una grabación puede suplir la presencia del maestro en la vida de sus alumnos. En él/ella los estudiantes pueden ver hechas vida las enseñanzas que reciben. 

Ante la dificultad del acercamiento presencial, la creatividad de los maestros no tiene límites. El valor de cada uno de los alumnos que les han sido confiados es el motor de su entrega y vocación. Busquemos nuevas formas de acompañamiento que atestigüen el interés por cada uno en su realidad actual, para caminar junto con ellos y aumentar el entusiasmo por seguir aprendiendo. 

¡Humanizar la Educación en cualquier circunstancia es nuestra misión!