Carta a un Católico decepcionado de los servidores públicos
Con motivo de la elección de autoridades municipales y legisladores
En nuestra última conversación hablamos de lo difícil que representa para cualquier persona de buena voluntad imaginarse involucrándose en ese mundo que parece tan lejano como es la cuestión pública, además de parecer un ambiente tan sucio y corrompido que no inspira participar en el.
Si bien es cierto que la cuestión pública tiene muchas aristas, prometí reflexionar contigo en esto de saber votar. Si bien no voy a decirte por quien votar, si me gustaría que pensemos juntos en lo que significa para un pueblo como el mexicano esto de las elecciones así como la manera en que vivimos nuestra democracia, la cual incluye la elección libre de autoridades y representantes ciudadanos en los Congresos.
Este próximo 6 de junio se deben renovar la Cámara Federal (Diputados Federales), el Congreso Local (Diputados Locales) y los Ayuntamientos (Presidente Municipal, síndicos y regidores). Cada uno de ellos tiene funciones específicas, y no hacen lo mismo, aunque los identifiquemos generalmente como servidores públicos, es por ello por lo que para comenzar a discernir por quien votar debemos conocer cuáles son sus atribuciones legales para poder elegir con toda libertad.
Sería injusto incluir a la totalidad los servidores públicos en la misma idea de que todos son corruptos y hacen mal su trabajo y por eso mejor no participar en la elección, en democracia la oportunidad está en brindarle la confianza a través de nuestro voto libre y secreto a quienes consideremos que de mejor manera representan nuestra manera pensar, con quienes compartimos principios y valores, conocemos su trayectoria y nos convenzan sus propuestas para la solución de aspectos concretos. El reto de los candidatos y los partidos es entonces muy grande, convencerte a ti, que no crees en ellos a elegirlos; sin embargo en un genuino ejercicio electivo los primeros responsables de conocer las propuestas de los candidatos en su distrito electoral y municipio es quienes vamos emitir un juicio sobre ellas: tu y yo.
Ya hablamos anteriormente que como católicos estamos llamados a participar en política, y como ciudadanos tenemos ese derecho así como obligación de involucrarnos en la vida pública dentro de nuestra comunidad; de fondo esa es la esencia de nuestra forma de gobierno democrática, que seamos parte en las decisiones públicas es una de sus características a través de la libertad de elegir a nuestros representantes, lo peor que nos puede suceder es que por decepción, desconocimiento, desinterés, dejemos que otros tomen las riendas de los asuntos públicos y luego no nos parezca el trabajo que están realizando.
En democracia son las libertades un factor fundamental que hay que promover, un primer paso es participar votando y el mejor método que te puedo proponer es lo que en nuestra doctrina social viene aplicándose VER, JUZGAR Y ACTUAR; en términos electorales podría traducirse en observar las opciones políticas que se tienen, evaluar los perfiles de candidatos y propuestas de los partidos incluyendo sus plataformas para finalmente no faltar a la casilla electoral: Votar en conciencia.
Existen varias plataformas que te pueden orientar como son Voto católico y Saber votar, así como las propias paginas de los partidos y de la autoridad electoral. No hay mejor recomendación que la que uno hace por convicción, así que tenemos la obligación de conocer a los candidatos y sus propuestas para poder opinar.
Mi mejor sugerencia es, a través del método descrito, identificar a las personas y propuestas que más se acerquen a lo que esperamos de nuestras autoridades y representantes: reconocimiento a la dignidad de cada vida humana, planteamientos viables en torno al bienestar de las familias en sentido transversal: relaciones familiares estables, salud, educación, economía familiar, seguridad; y propuestas realistas para incidir en mayores condiciones de bien común.
La tarea no es fácil, pero tenemos varios días para allegarnos de información y cumplir cabalmente con este deber cívico. Después de las elecciones habrá que validar nuestras decisiones y repensar juntos estas ideas que integran la ciudadanía plena que trasciende a la coyuntura electoral.
Concluyo en esta ocasión con esta idea sobre la política como servicio que recojo de nuestro compendio de Doctrina Social Cristiana: “Para los fieles laicos, el compromiso político es una expresión cualificada y exigente del empeño cristiano al servicio de los demás”.
En mi siguiente carta podemos profundizar sobre la actividad política como expresión de servicio a los demás a fin de seguir desarrollando nuestro discernimiento ante el proceso electoral más grande e importante que estaremos viviendo en nuestro país.
Unidos en el amor de Cristo, tu hermana
Fernanda Rivera
Fundadora de PROCIDS, AC.
fernanda@fernandarivera.com