Carta a un católico desilusionado de la forma de hacer política
Con motivo de los escándalos de corrupción y nepotismo en los partidos políticos
En mis cartas anteriores he querido compartir contigo algunas ideas de lo que como cristianos debemos entender por política en sentido amplio, la inclusión de nuestro compromiso comunitario al salir al encuentro del otro; sin embargo, comentando con algunos buenos amigos hablábamos sobre la responsabilidad en el quehacer político a cargo de los partidos políticos y discutíamos a la luz de lo que éstos deben hacer para ganarse la confianza ciudadana ¿cuál es tu opinión?
Parto de la idea que los partidos cumplen una función de interés social y para integrar los Poderes Públicos, dentro de una comunidad donde se pueden expresar las diferentes visiones sobre como resolver las cuestiones comunitarias y en la cual el ciudadano decide por alguna de ellas, en elecciones democráticas.
Pese a lo anterior, constantemente estamos siendo bombardeados por escándalos dentro de los partidos: designación de candidaturas a modo, sin tomar en cuenta la reputación de las personas o la idiosincrasia del partido en cuestión; prácticas que caen en el nepotismo o propuesta de perfiles de personas sin tomar en serio que estén calificados para el cargo al que aspiran; acciones de algunos representantes en flagrante actos de corrupción, y así podríamos seguir, para retomar el hilo de nuestra conversación te preguntaría ¿cuál crees que es la responsabilidad de los partidos políticos en la construcción de nuestra democracia?
Los partidos en México surgen en primera instancia como respuesta en la era pos revolucionaria, con el partido en el poder (PNR después PRI) para unificar a los caudillos de la época a fin de integrar sus intereses a través de la militancia partidista y dejar las armas; posteriormente se funda el primer partido opositor al régimen (PAN en 1939), dando la pauta a la posterior consolidación de un sistema de partidos que dio lugar a que de manera paulatina se fueran renovando los poderes del estado primero en el ámbito local (municipal y estatal), así como en el legislativo con los primeros diputados de oposición; a su vez se da el surgimiento de nuevas opciones políticas, en ocasiones derivadas de rupturas o escisiones de las anteriores, tal es el caso del PRD, y en épocas más reciente surgen MORENA, PT, PVEM, NA, PES, Fuerza por México, RSP, entre otros, pero no fue sino hasta el año 2000 que en lo federal se dio la alternancia de partidos en la Presidencia de la República, esto significa que llevamos apenas 21 años de transición por la vía democrática, y digo “apenas” porque hay otros países que llevan siglos en esto de la democratización de sus sistemas de gobierno.
Uno de los retos que tienen los partidos políticos a fin de ser auténticas alternativas para los ciudadanos, es ser coherentes entre sus propuestas y los candidatos que las abanderan, así como difundir con mucha precisión el compromiso que asumen ante el ciudadano en caso de que sus abanderados una vez electos no actúen de acuerdo a las plataformas aprobadas por los órganos del partido y conforme a sus principios.
Si logramos exigir que los partidos acepten esa corresponsabilidad estaremos abonando a mejorar las expectativas que tenemos los ciudadanos respecto al desempeño de los servidores públicos emanados de los partidos políticos. Una parte de la respuesta puede ser la formación y capacitación que se brinda en estas instancias, lo cual es parte de la vida interna de los partidos, otra es la calidad ciudadana que vayamos desarrollando al exigir representantes que estén comprometidos con la transparencia, la rendición de cuentas y la apertura al escrutinio público del quehacer gubernamental (lo que hoy se conoce como gobierno abierto).
Servir es el arte de hacer política en sentido cristiano y eso es lo que debemos identificar en las propuestas de quienes representan las diferentes opciones políticas. Orar por nuestros representantes en el Congreso y por quienes detentan alguna autoridad es la primera obligación del cristiano, así como exigir a los partidos cumplan su función y hagan propuestas de personas con probada honradez y legitimidad para detentar un cargo público.
La pregunta sería entonces ¿Cómo exigir a los partidos políticos que presenten fórmulas de candidatos que cumplan con este perfil? ¿Cómo pedir que sus propuestas legislativas y de gobierno se den a conocer de manera transparente para que los electores podamos llevar a cabo un voto libre e informado?
Vuelvo a insistir en la corresponsabilidad de unos y otros, por un lado, de los partidos de ser cuidadosos con la calidad de sus candidatos, y por el otro, el ciudadano que debidamente informado expresará su voluntad en las urnas.
Para iluminar estas decisiones te propongo volver a leer la Carta Encíclica sobre la fraternidad y amistad social Fratelli Tutti, del Papa Francisco, quien en el apartado de la Política, después de hacer reflexiones en torno a los sistemas populistas y neoliberales, nos regala profundas enseñanzas en torno a los criterios que deben prevalecer en las decisiones públicas a través de la vivencia de una auténtica caridad social, entendida ésta como la expresión del amor al prójimo en todas las dimensiones de la vida incluyendo la política; comparto este fragmento:
“Las mayores angustias de un político no deberían ser las causadas por una caída en las encuestas, sino por no resolver efectivamente «el fenómeno de la exclusión social y económica, con sus tristes consecuencias de trata de seres humanos, comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado”. (FT 188)
Todos estos son temas que deberían ocuparnos y preocuparnos por ver inscritos en los compromisos partidistas, sin embargo se llegan a ver nubladas por la inmediatez de los apoyos coyunturales que llegan en las campañas y que se han visto como mecanismos de lucro electoral y no tanto de la resolución de la desigualdad o las injusticias de manera permanente.
A mis amigos les agradezco compartir sus ideas en estas conversaciones que con gusto comparto ahora contigo, y si te parece bien podremos ir profundizando en estos conceptos de caridad social, compromiso político en el servicio a los demás, apertura y diálogo, encuentro.
Unidos en el amor de Cristo, tu hermana
Fernanda Rivera
Fundadora de PROCIDS, AC.