Carta a un ciudadano que tuvo valor de expresarse en las urnas
con motivo de las elecciones del 6 de junio
El día llegó y millones de personas salimos a expresarnos a través del voto, hablo de una acción que requirió valor y determinación, independientemente de la opción política que hayamos elegido creo que en la mayoría de los casos hubo un voto en libertad; el elemento clave que quisiera resaltar es la participación ciudadana, es el primer ejercicio de elecciones intermedias en donde se supera el 50% y en algunas casillas llegó a ser por arriba del 70% de votantes.
A ti ciudadano que saliste de tu zona de confort y votaste, mi sincero reconocimiento, a ti miembro de casilla que cuidaste se respetara el voto de cada persona y contaste hasta altas horas de la noche cada una de las boletas, ¡¡¡infinitas gracias!!! Las instituciones las construimos todos, en esta ocasión el arbitro electoral con la colaboración de todos nosotros pudo realizar el papel que le corresponde: garantizar elecciones libres y pacíficas (casi en todos los lugares no hubo mayores incidentes).
Conviene ahora plantearnos la otra cuestión, tu participación no puede quedarse en el cruce de una boleta para elegir una opción política, o integrar las mesas de votación, o distribuir información oportuna en redes, ahora corresponde darles seguimiento a nuestros representantes en su quehacer público.
El bien común no es un ideal de nuestra doctrina social cristiana inalcanzable, esas condiciones para generar el desarrollo de cada una de las personas que habitan en una comunidad determinada en primer lugar son responsabilidad de quienes legislan, gobiernan y ejercen los recursos públicos; a ellos ahora hay que exigir una verdadera rendición de cuentas a los ciudadanos.
En este sentido existe lo que conocemos como gobernanza, que recoge la idea de la colaboración entre un gobierno abierto a los ciudadanos a través de la inclusión de la perspectiva ciudadana en las decisiones públicas, la pregunta es ¿cómo construir esos puentes de diálogo, encuentro y definición conjunta de prioridades para cimentar dicho bien común? La gobernanza implica un mayor involucramiento de los diversos sectores sociales en el quehacer público, en otras palabras, que el gobierno en cualquiera de sus ámbitos: ejecutivo, legislativo y judicial, considere que las buenas prácticas de apertura gubernamental llegaron para quedarse.
Puedo decir que esta idea de gobernanza tiene mucho que ver con los principios básicos de nuestra doctrina: reconocimiento de la dignidad de cada persona como sujeto de derechos y obligaciones, la solidaridad traducida en amor al prójimo y en el reconocimiento de sus necesidades más inmediatas, la subsidiariedad como acciones concretas del gobierno en beneficio de los más vulnerables y el ya citado Bien Común.
Respecto a este último, citando al Catecismo de la Iglesia Católica, me refiero: “esta siempre orientado hacia el progreso de las personas. El orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las personas…y no al contrario. Este orden tiene por base la verdad, se edifica en la justicia y es vivificado por el amor” (CIC 1912).
El catecismo plantea además como deber inherente a la dignidad de la persona humana, la participación cívica, sugiero revisar el artículo que comprende la Participación en la vida social, donde seguramente encontrarás luz para ubicar la mejor manera de involucrarte en las cuestiones sociales, pidiendo a Dios especialmente que podamos estar en donde podamos conocerlo y amarlo más.
Sigamos reflexionando juntos sobre la mejor manera de servir a nuestra comunidad y de participar, no podemos dejar toda la responsabilidad a aquellos que hoy han sido electos para realizar tan noble labor, nuestra presencia también hace la diferencia.
Unidos en el amor de Cristo, tu hermana,
Fernanda Rivera
Fundadora de Promoción Ciudadana para el Desarrollo Solidario AC (PROCIDS)
Contacto: procids@gmail.com
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