Carta a un buen cristiano que quiere ser mejor ciudadano
con motivo de las diversas propuestas ciudadanas presentadas en el Parlamento Abierto del Estado México (1 al 19 de Julio 2021)
Como probablemente sabes en nuestro país, los estados tienen sus propias constituciones y en ella se establecen los principios, derechos y forma de organización política aplicable en el territorio estatal, sin que estos aspectos puedan ir en contra de lo que la constitución federal establece. Hay entidades como el caso de la Ciudad de México, que, en aras de actualizar su marco legal, vivió la creación de una Asamblea Constituyente en 2017 aprobada por el Senado de la República, para que se pudiera realizar la reforma política que requería el entonces llamado Distrito Federal.
En el caso del Estado de México, una de las actividades que ha impulsado la actual Legislatura del Estado de México, es la convocatoria a un Parlamento Abierto para analizar la viabilidad de promulgar una nueva Constitución en la entidad.
Un aspecto que considero de interés para ti es saber que es la primera vez que se hace un ejercicio de esta naturaleza en el Estado de México, y como todo proceso es perfectible y habrá que revisar si es necesario emitir otra constitución o sólo reformarla. Sin embargo, el llamado a la participación ciudadana siempre es de reconocerse en cualquier ámbito público.
He podido constatar el interés mostrado por diversos sectores de la sociedad con alrededor de 1000 parlamentarios registrados, siendo que la invitación se hizo extensiva a las organizaciones de la sociedad civil, a las universidades, iglesias, empresarios, sindicatos, y demás actores relevantes, quizá tenemos que pensar en futuros ejercicios con una mayor representatividad de dichos sectores ¿Estarías dispuesto a sumarte?
Las temáticas han sido variadas y distribuidas en 9 comisiones: Democracia y Régimen Político, Derechos Humano, sus Garantías y Protección; Igualdad Sustancial, Diversidad y Política de Género; Desarrollo Económico; Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología; Seguridad y Justicia; Derechos de los Pueblos Indígenas; Desarrollo Urbano, Rural; Medio Ambiente y Sustentabilidad; Finanzas, Transparencia y Anticorrupción.
Para quienes hemos participado en el parlamento llama la atención que si bien se han abordado aspectos relevantes en las sesione de las diferentes comisiones, en los temas relacionados con los derechos humanos y de género, las discusiones que polarizan o ponen en entredicho la imparcialidad de los organizadores del Parlamento, muestran que aún hace falta elevar la cultura política en estas instancias para realmente construir un marco legal acorde a la realidad de la sociedad mexiquense, más allá de agendas ideológicas.
Si hoy hacemos una encuesta sobre los principales problemas que aquejan a nuestras comunidades, podemos asegurar que no son los que la ideología de género promueve como la despenalización del aborto, el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo, desarrollo de la libre personalidad, por referirme a algunos de sus temas. Si bien hubo propuestas para promover el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, es decepcionante observar que la pretendida agenda de unas minorías sea el tema que cause mayor debate en este tipo de discusiones, habiendo otras cuestiones de mayor interés social.
Si realmente se quiere impulsar una legislación de vanguardia en nuestro estado, deberíamos estar pensando en soluciones reales a los retos que enfrentan las familias en estos precisos momentos: atención a la salud, desarrollo económico, prevención de la violencia e inseguridad, rezago educativo, mejores prácticas de rendición de cuentas y combate a la corrupción, entre otros.
Hay que seguir de cerca las conclusiones de este primer Parlamento Abierto, para tener la certeza del proceso que seguirá el proyecto que llegue a presentar quienes son responsables de transmitir a los legisladores los diversos enfoques, consensos y disensos, ahí planteados. Si bien este proyecto en si no es vinculante, es un referente del interés ciudadano de participar en las decisiones públicas, es una buena práctica que debemos impulsar y tomar en cuenta para que en otros momentos venideros podamos exigir que nuestra voz sea escuchada por los legisladores a través de mecanismos de apertura gubernamental, como son foros de discusión con especialistas, convocatorias más amplias y objetivas; alentando sobre todo una actitud de escucha y diálogo con otros.
En este sentido, te invito a reflexionar sobre las formas para defender nuestro punto de vista en este tipo de ejercicios u otros espacios que se puedan propiciar, ante quien piensa de otra manera; es oportuno recordar lo que ya se hablaba desde el Concilio Vaticano II: “…quienes sienten u obran de modo distinto al nuestro en materia social, política e incluso religiosa, deben ser también objeto de nuestro respeto y amor. Cuanto más humana y caritativa sea nuestra comprensión íntima de su manera de sentir, mayor será la facilidad para establecer con ellos el diálogo.” (Const. Past. Gaudium et spes 28: AAS 58 (1966) 1048)
Como cristianos tenemos la obligación de salir al encuentro del otro y en un ambiente fraterno propiciar la búsqueda de la verdad de una manera paciente y progresiva, sin claudicar de nuestras convicciones partiendo del respeto a la dignidad de cada persona y con actitud decidida de difundir nuestro pensamiento, para ello la formación y la acción permanente en nuestros ámbitos de influencia son fundamentales.
Envíame tus comentarios y sugerencias, permanezcamos unidos en el amor a Cristo.
Tu hermana,
Fernanda Rivera
Fundadora de Promoción Ciudadana para el Desarrollo Solidario AC (PROCIDS)
Contacto: procids@gmail.com
Facebook: PROCIDS