Derecho de los padres a educar a sus hijos frente a nuevas propuestas y políticas
México y la Iglesia pretenden proteger y difundir la vivencia de todos los derechos inalienables a la persona, por el hecho de ser persona. El derecho a la Educación se caracteriza por defender y guardar la esencia del ser humano, y recordarle cuál es su grandeza y dignidad .
El Artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice:
“Toda persona tiene derecho a la Educación. La Educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.
Es importante subrayar, tanto en la legislación educativa nacional, como en la práctica de elección escolar, lo que versa al final de este artículo: “…Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.
Las ofertas educativas deben brindar una gama de posibilidades que respondan a los principios y valores que las familias buscan educar en sus hijos, de tal manera que haya coherencia en lo que se educa en casa y en lo que se educa en la escuela.
Sin embargo, son bastantes las familias que tienen dificultades al comienzo de cada curso para ejercer su derecho de elegir el tipo de enseñanza que desean para sus hijos de acuerdo con sus valores.
Algunos padres son amenazados con propuestas educativas contrarias a sus convicciones. A veces hay conflicto entre los principios de educación de los padres y los que ofrecen los materiales y textos obligatorios. Estos no siempre reflejan la verdad sobre el conocimiento ni los principios cristianos de la dignidad humana.
Apoyemos todos a los padres de familia, principales responsables de la educación de los hijos.
Dra. Norma Peschard