HOMILÍA EN EL XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

July 02, 2023


HOMILÍA EN EL XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 


«¿Qué significa tomar la cruz? Precisamente seguir ese proyecto de Dios, tener las mismas altitudes que Jesús, tener los mismos gestos, seguir sus palabras»


Queridos hermanos, hermanas, en Jesucristo Nuestro Señor:

A todos les saludo en este XIII Domingo del Tiempo Ordinario y les deseo que la paz del Señor les acompañe; de la misma manera a los que están siguiendo desde sus hogares esta celebración que también experimenten el amor, la paz del Señor.

Sin duda que hoy el Evangelio que acabamos de escuchar nos puede desconcertar o no entenderle, porque hoy Jesús les dice a sus apóstoles: «Quien ame más a su padre o a su madre no es digno de Mí; quien ame más a su hijo o a su hija no es digno de Mí. El que no tome su cruz y me siga no es mi discípulo».

Para entender el contexto de estas palabras, debemos recordar que Jesus siempre valora la familia, porque es muy importante para cada uno de nosotros nuestra propia familia. Podemos ver nosotros el cuarto mandamiento: «Honrarás a tu padre y a tu madre», pero lo que hoy nos dice Jesús es que Dios debe de tener la primacía. Por eso es el primero mandamiento que tenemos: «Amarás a Dios sobre todas las cosas». Ya desde el Antiguo Testamento, en el libro del Deuteronomio, nos dice: «Amarás a Dios con todo corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas», y después se añade: «como a ti mismo». Por eso el amor a Dios y a su proyecto, el Reino de Dios, debe estar sobre todas las cosas.

Hoy nosotros podemos preguntarnos si realmente tenemos en nuestras prioridades el amor a Dios, si lo tenemos en primer lugar. Dios siempre quiere que haya ese cariño por los papás, por los hijos, sobre todo ahora que la familia está tan deteriorada, que en la pandemia hubo muchos problemas familiares, muchos divorcios, muchas separaciones, estamos llamados a fortalecer la familia, la familia como promotora de valores humanos y cristianos.

Jesús hoy nos dice que el que no tome la cruz de cada día no puede ser su discípulo. ¿Y qué significa tomar la cruz? Precisamente seguir ese proyecto, tener las mismas altitudes que Jesús, tener los mismos gestos, seguir sus palabras, es decir, ser un verdadero discípulo, discípula, del Señor.

Qué importante es la catequesis, que ustedes han ido experimentando y que en nuestra Arquidiócesis es un proceso de seis años para niños y niñas. En el centro de la catequesis está Jesucristo y quien va teniendo este proceso se va configurando con Cristo como centro de sus vidas. También en la catequesis se van promoviendo estos valores del Evangelio y ahora también esos valores tan importantes de la paz, de la solidaridad, del respeto, que tanto necesitamos en nuestra sociedad.

Qué importante es la catequesis, porque va fortaleciendo la fe, y ustedes como catequistas lo saben muy bien, son importantes los conceptos, las ideas, aprenderse las oraciones, pero todavía es más importante la experiencia de Cristo. La catequesis debe ser vivencial, experiencial, de tener a Dios como un amigo, como alguien que me acompaña.

Todos estos temas que han elaborado, que han desarrollado, que los han vivido, que los han preparado, pues ayudan precisamente a que las familias se vayan resarciendo desde el proyecto de Dios. Sin duda que también la catequesis se fortalece en la escucha de la Palabra de Dios, en el encuentro con la Palabra, participando en la Liturgia, de manera especial en la Eucaristía, y también en la claridad.

Hoy el Evangelio nos pone esa imagen muy bonita, que dice: «Quien da un vaso de agua fría al que lo necesita, tendrá su recompensa», darle a aquel que lo necesita.

Hace cho días les platicaba yo la experiencia que tuvimos con el Papa Francisco hace unos días apenas, donde nos hablaba de que teníamos que tener mucha sensibilidad con el pobre, con el huérfano, con la viuda y con el migrante. Ahorita es un problema mundial la migración y nosotros lo vamos percibiendo cada día más, se vive más todavía en las fronteras, en Chiapas o en la frontera del Norte, cómo estos migrantes subsisten, están en condiciones muy complicadas. ¿Cuál es nuestra actitud con los migrantes?, ¿les damos ese vaso de agua fría, les damos nuestra comprensión, nuestro apoyo, nuestra comprensión, nuestra oración, aquello que está en nuestras manos?

Les comentaba hace ocho días que el Papa decía que también él era migrante, porque sus papás salieron de Italia hacia Argentina, donde él nació, pero eran migrantes que iban para mejorar sus condiciones de vida, en cambio ahora los migrantes subsisten, muchos mueren, pero tienen que salir de sus hogares porque ya no pueden vivir ahí. Ojalá que, como les decía, desde la catequesis se implementen esos valores del Evangelio, de la solidaridad, del apoyo.

El Señor hoy nos pide que tomemos la cruz de cada día y lo sigamos. Así como en la primera lectura que escuchamos, de libro de los Reyes, vemos cómo Eliseo es recibido en una casa, incluso le construyen una habitación para que cuando pase por ahí descanse, así tenemos que tener esa sensibilidad de apoyar al que más lo necesita.

Vivimos un un mundo complicado, donde a veces subsiste el más fuerte, y por eso necesitamos cambiar la dinámica de acuerdo al proyecto de Dios, que es vivir como hermanos, vivir en comunidad, resolver los retos y problemas que se nos presenten sabiendo que el Espíritu Santo nos acompaña y que la Virgen María también nos anima a seguir con esperanza construyendo este mundo mejor. Así sea.


+José Antonio Fernández Hurtado
Arzobispo de Tlalnepantla