HOMILÍA EN LA SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS

September 01, 2023


HOMILÍA EN LA SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS

 

«Hoy le damos gracias a Dios por nuestra Madre Santísima y queremos poner en sus manos a nuestra Arquidiócesis, a todas las parroquias, a sus sacerdotes, a las religiosas, a los agentes de pastoral y a todo el pueblo santo de Dios»


Muy queridos hermanos, hermanas, en Cristo Jesús:

Les saludo a todos con afecto de padre y pastor en esta solemnidad de nuestra Madre Santísima, la Virgen María, la Virgen de los Remedios; saludo a todos los que están aquí de nuestra amada Arquidiócesis de Tlalnepantla y también a los peregrinos que han venido de otros lugares para venerar a nuestra Madre Santísima. La Virgen de los Remedios es la Patrona de aquí, de la Basílica, pero también es la Patrona de la Arquidiócesis, de todas las 203 parroquias que la conforman, y además es la Patrona del Clero, de los sacerdotes, y la patrona de nuestro Seminario.

La gran mayoría de los sacerdotes y un servidor hemos tenido la experiencia de organizar alguna fiesta patronal y sabemos que una fiesta patronal en una parroquia es momento de bendición, momento de gracias para todos los fieles. Y ciertamente a veces se organizan triduos o novenarios, distintas celebraciones, incluso en algunos lugares hay eventos culturales, pero la finalidad es agradecerle a Dios por el santo o la santa que es el patrono o la patrona de ese lugar. Hay tantas actividades y ciertamente el sacerdote termina cansado, los párrocos, los vicarios terminan cansados en las fiestas patronales, pero muy felices porque la gente recibió bendiciones.

Cuando uno va a una fiesta, se va a venerar al santo o la santa, en este caso a la Virgen de los Remedios, pero también es hacerle nuestras súplicas. Cada uno de nosotros tenemos preocupaciones, pendientes, a nivel personal, a nivel familiar, a nivel de nuestra colonia, a nivel de nuestra ciudad, del país, del mundo entero, tenemos preocupaciones y queremos nosotros manifestárselas a la Virgen, porque sabemos que ella nos ama y nos acompaña.

La Virgen de los Remedios tiene más de 500 años de caminar con nuestro pueblo. Tenemos tantas experiencias que hemos escuchado y siempre en las necesidades, de epidemias, de pandemias, de sufrimientos de nuestra gente, la Virgen ha estado presente, siempre una madre está caminando con nosotros. Por eso hoy le pedimos nosotros con mucha fe por las necesidades de nuestro pueblo y las necesidades que traemos también en nuestro corazón.

Al escuchar el Evangelio de San Juan, podemos hacer dos lecturas del primer milagro, en las Bodas de Caná de Galilea, una que es más de tipo cristológico, porque nosotros vemos que los protagonistas ahí no son los novios, sino son Jesús y María. Encontramos cómo Jesús, después de la insistencia de su Madre, realiza el primer milagro, y termina diciendo el Evangelio que vieron la gloria de Dios y los discípulos creyeron, hizo el milagro para que su fe creciera. Es por eso que es una lectura cristológica, porque vemos ahí al Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero hombre. Pero también podemos hacer la lectura mariológica, porque la Virgen María intercede, Ella es mediadora, Ella escucha nuestras peticiones y por eso es tan importante que tengamos la seguridad de que nos escucha y que todos los que estamos aquí regresemos a nuestros lugares, a nuestras casas, a nuestras parroquias, al lugar donde vivimos, regresemos fortalecidos porque creció nuestra fe, porque le dijimos a nuestra Madre que la queremos, la veneramos, pero también nos escuchó y siempre Ella nos sigue invitando para seguir los pasos de su Hijo Jesucristo, seguir las huellas del Señor.

Hoy le damos gracias a Dios por nuestra Madre Santísima y le queremos poner en sus manos a nuestra Arquidiócesis, a todas las parroquias, a sus sacerdotes, a las religiosas, a los agentes de pastoral, para que sigan evangelizando, para que sigan fortaleciendo la fe de los fieles y la propia, obviamente. Queremos pedir también de una manera muy, muy especial, por nuestro seminario. Escuchamos cómo el seminario está al cobijo de la Virgen, que está aquí a un lado, y siempre, desde que nació el seminario, ha sentido la presencia de la Virgen de los Remedios.

Hace unos momentos, unos minutos antes de la celebración abrí la puerta santa del seminario para inaugurar un año jubilar por los 60 años que cumplirá nuestro seminario el próximo 04 de agosto de 2024. A mí me llamó la atención que fue el mismo año en que nació la Diócesis de Tlalnepantla, porque el decreto de erección se dio el 13 de enero de 1964 y en abril fue su fundación, y en agosto se inauguró el seminario diocesano.

Así es que es un año de gracia, un año de bendición, y yo quisiera aprovechar para que los sacerdotes siguieran impulsando la pastoral de adolescentes, la pastoral de jóvenes, la pastoral vocacional. Actualmente tenemos cerca de 50 seminaristas y ojalá que el año que entra le podamos entregar a la Virgen un número mayor, cantidad y calidad, las dos cosas. Entonces que sea un año también para impulsar en las parroquias esa pastoral tan importante, que es de adolescentes y de jóvenes. Ya les dejé de tarea a los que fueron a la Jornada Mundial de la Juventud que también nos enriquezcan con su experiencia y vayan dando ese impulso tan necesario para nuestra Arquidiócesis de que los adolescentes y jóvenes se acerquen a nuestras parroquias, tengan la experiencia de Cristo y sientan también el abrazo de nuestra Madre Santísima.

Hoy también quiero poner en las manos de la Virgen de los Remedios a todos los sacerdotes que van a ser cambiados, o que ya saben su destino. Dicen que todo cambio causa consternación, para bien o para mal, pero yo estoy seguro que ha sido para bien. Platicábamos con Mons. Francisco Cano la experiencia de haber estado estos días comunicando este cambio y creo que ha sido muy positivo. Por eso hoy quiero encargarle a la Virgen de los Remedios a todos los sacerdotes, para que sea una experiencia enriquecedora.

Que hoy disfrutemos esta celebración, disfrutemos esta presencia viva de la Virgen, de las reliquias de los santos mártires, y también, como un regalo muy importante, habrá ministerios del lectorado y acolitado, y que eso también es una esperanza cercana de tener más sacerdotes en nuestra Iglesia.

Que la Virgen de los Remedios nos bendiga a todos. Así sea.


+José Antonio Fernández Hurtado
Arzobispo de Tlalnepantla