“Este Evangelio los salvará si lo cumplen tal y como yo lo prediqué”
En esta ocasión el apóstol Pablo le dice a la comunidad de Corinto la importancia de la fidelidad al Evangelio recibido. La fidelidad a veces la podemos entender como realizar las cosas tal y como recibimos la indicación, es decir, hacerlas al pie de la letra, por eso es interesante recordar la enseñanza del Papa San Juan Pablo II cuando en su primer viaje a México en 1979 en el mensaje que dirigió en la catedral Metropolitana de la ciudad de México, nos dijo, cómo debemos vivir la fidelidad.
A partir de ese mensaje el pueblo mexicano ha asumido el lema: “México siempre fiel”, quizá nos acordamos del lema, pero nos olvidamos de las actitudes que necesita la fidelidad y que explicó perfectamente el Papa y es de suma importancia que las recordemos:
“La búsqueda”, es decir, a aunque recibimos un mensaje, un contenido, tenemos que buscar de qué manera podemos hacer realidad ese mensaje recibido, porque cada persona es distinta, cada familia, cada comunidad, cada pueblo y no puede aplicarse el mensaje de la misma manera, es vital tener en cuenta los contextos. Éste es el primer paso, tener esa apertura y creatividad para aplicar la doctrina recibida.
“La aceptación”, una vez que descubrimos cómo realizar la voluntad de Dios y cómo poner en práctica el mensaje recibido, tenemos que aceptarlo en nuestro corazón, decírselo a él, que lo acepto y haré lo mejor de mí y pondré todo lo que esté de mi parte para cumplirlo. En esta segunda etapa podemos ver lo que hoy la Palabra de Dios nos presenta en el profeta Isaías y en Simón Pedro, en la primera lectura cuando nos dice que ante la presencia divina, es decir, ante ese sí que le decimos a su voluntad, nos entra temor de no poder cumplir, de hacerlo mal, de no hacerlo como se esperaba, ese temor viene porque lo estamos haciendo de cara a Dios, no es ante cualquier persona, sino ante aquel Dios que nos creó y que espera de nosotros la respuesta de amor.
Así lo ve Simón Pedro en el Evangelio cuando Jesús le dice que quiere de él un pescador de hombres, Pedro ante lo divino que descubre de Jesucristo tiene miedo, le ha pedido antes incluso que se aparte de él porque es un pecador que no sabe responder, y Jesús le respondió: “no temas, no tengas miedo”, yo soy quien haré de ti un pescador de Hombres. Pedro junto con sus compañeros “lo dejaron todo y lo siguieron”, le dijeron que sí. Este segundo paso es sumamente esencial, la aceptación de cómo hacer la voluntad de Dios en mi vida, en mi persona y con los que me rodean, a quienes sirvo y con quienes comparto la vida.
El tercer elemento es el de “la coherencia”, es decir, que aquello que yo he recibido, lo viva, no lo deje solamente en un bonito discurso, en una palabra, que no solamente lo hable, sino que lo actúe, lo ejecute, lo realice, ésta es la coherencia que necesita la fidelidad.
Finalmente el mismo Papa advertía que el último paso era el más difícil, es la “perseverancia”, porque es fácil ser coherente un día, sin embargo es difícil hacerlo toda la vida. Para esta perseverancia es importante como nos lo muestra la primera lectura, que tengamos esa relación con Dios, que como dice San Pablo; reconozcamos que lo haremos posible por la gracia que Dios nos da, por la acción de su Espíritu en nosotros, que creamos que Dios no sólo nos pide hacer algo, sino que también nos da la fortaleza para realizarlo, no se queda con las manos cruzadas.
Él es el primer interesado en que nosotros realicemos su voluntad, ahí es donde obtendremos la fuerza cada vez que nos sintamos incapaces de seguir, cuando nos sintamos débiles para cumplir con la coherencia de vida, es por medio de nuestra oración y nuestra relación con el Señor que nos viene la fortaleza. Recordando que su presencia por medio de su espíritu es lo que nos ayudará a seguir siendo fieles. ¡Así se vive la fidelidad!, por ello, quiero culminar esta homilía comentado la próxima venida del Papa Francisco a nuestras tierras, a nuestro país.
El Señor dijo a Pedro: “Tú serás quien debe confirmar a tus hermanos”, ésta es la misión más importante del sucesor de Pedro, del Papa quien es también la cabeza de la Iglesia, venir a confirmar a sus hermanos, es decir, que esa vivencia que debemos hacer todos de la fidelidad al Evangelio, de serle fiel a Dios para cumplir su voluntad en nuestras vidas, la tenemos que hacer en comunión, eso lo dice también San Pablo cuando se refiere. “sea yo, sean los demás, todos caminamos bajo la luz del mismo Evangelio", todos los creyentes debemos asumir nuestro compromiso de vida, que nuestra conducta refleje la voluntad de Dios en comunión y esa comunión será la que venga a confirmar, a fortalecer y a recordar el Papa Francisco en su visita a nuestro país.
Por eso en este domingo esperando la llegada del Papa, hagamos oración por él y por nosotros, que seamos discípulos con los oídos atentos y los ojos abiertos para ver la realidad que vivimos, que estemos preparados para aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas, entonces la gracia de Dios encontrará esa tierra buena donde la semilla caerá y dará cien por ciento de fruto. Que así sea.
+ Carlos Aguiar Retes
Arzobispo de Tlalnepantla