HOMILíA EN EL PONTIFICIO COLEGIO MEXICANO

December 31, 1969


HOMILíA EN EL PONTIFICIO COLEGIO MEXICANO

 

Señor, cuando llegues a tu reino, acuérdate de mí

Esta escena que reporta el Evangelista Lucas es espléndida para la reflexión en torno a la clausura del año de la misericordia.

Una serie de personajes, tanto testigos de la crucifixión, como  el mismo malhechor Gestas, manifiestan una mirada de los hechos llena de ironía y sarcasmos. No saben mirar en profundidad lo que está aconteciendo.

Solamente Dimas, el buen ladrón, reconociendo la injusticia que se cometía al crucificar a Jesús sin merecerlo, se dirige a Jesús, abriendo su consideración a la trascendencia, a un reino desconocido pero real, el testimonio de Jesús afrontando la injusta muerte le hace expresar con plena confianza: Señor, cuando llegues a tu reino, acuérdate de mí.

La respuesta de Jesús es contundente: te lo aseguro hoy estarás conmigo en el paraíso.

Dimas expresa ciertamente un testimonio interesante a descubrir: no solo los que guardan la ley o los que se portan bien son capaces de descubrir la vida eterna. También quienes su conducta ha sido equivocada y dañina tiene la capacidad y la sensibilidad para descubrir la justicia y la verdad. De ahí la importancia de no excluir a nadie de la predicación del Reino, de ir por todos los distantes y alejados, extraviados y constantes pecadores. Ellos también están llamados al Reino y tiene la capacidad de descubrir el bien.

La misericordia es la manera de llevar el testimonio del amor que abre el corazón humano, endurecido y obstinado. Es obra del Espíritu Santo que proporciona la gracia divina para alcanzar dicha transformación.

Con otras palabras es lo que dice Pablo en la segunda lectura: Demos gracias a Dios Padre, el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de de su pueblo santo, en el reino de la luz.

Nosotros constituidos pastores del pueblo de Dios tenemos el encargo de conducir y guiar al pueblo de Dios. Para realizar esta tarea hay que vivir y expresar la misericordia del Padre. Éste es el camino realizado por Jesucristo, y es el que heredó a su iglesia.

No solo es la exigencia de vivir la misericordia nosotros los pastores, sino también alentar, motivar, y acompañar a todos los fieles a transmitir la misericordia del padre, convirtiéndolos en discípulos misioneros de la misericordia del Padre.

Para esta labor las palabras de la primera lectura nos permiten descubrir unas características esenciales para la capacitación misionera: Fraternidad, somos de tu misma sangre. Pacto en presencia del Señor, David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor, lo que significa la constante necesidad de tener presente a Dios en el desarrollo de toda actividad pastoral, y finalmente un Pastor que conduzca: Tú serás el Pastor de mi pueblo; tú serás su guía.

Pidamos a María de Guadalupe, nuestra Santa Madre, primera discípula y maestra nos ayude para que en  México y toda Latinoamérica, podamos acrecentar el número de comunidades de discípulos misioneros de la misericordia del Padre, entre nuestro fieles y agentes de pastoral.

  

+Carlos Cardenal Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla