HOMILÍA EN LAS HUELLAS DE LA JMJ
Bueno, antes de decir alguna palabra quisiera yo que pasaran tres de los jóvenes que vivieron su jornada o el día de ayer sobre estos ecos de la Jornada Mundial de la Juventud.
Vamos a empezar con sus testimonios o con algo que quieran decir de la vivencia del día de ayer, sobre todo que en este encuentro se llevan estas semillas para que puedan ustedes también hacer resonancia, sobre todo con los jóvenes, de lo que han vivido aquí.
Primer joven: Bueno, pues yo al principio estaba nerviosa porque vine sola, ahora mi hermano no me pudo acompañar, pero conforme pasaron las actividades empecé a conocer amigas y amigos y me gustó mucho porque aprendí cosas que yo no sabía. En lo que hicimos, en lo que nos contaron, lo que nos platicaron, yo tenía una mente muy diferente a lo que era esto y con las pláticas que nos dieron entendí varias cosas y me gustó. En la primera actividad que nos hicieron nos dieron preguntas y a mí me gustó mucho una, porque yo tenía mucha duda en eso, yo sentía que mi vida me estaba dominando a mí y no yo a mi vida, entonces cuando la pensé me ayudó a reflexionar y nos dieron una plática que me ayudó a entender lo que en realidad era y que yo era alguien importante, y eso es importante para todos los adolescentes porque todos somos alguien.
Segundo joven: En sí a mí me gustó mucho el taller Laudato si’, que es una encíclica donde habla de cómo cuidar nuestra casa común. Me llamó mucho la atención aquello que San Francisco de Asís dijo hace mucho tiempo, ahora por la contingencia me llegó de golpe porque yo sé que tenemos que cuidar el medio ambiente. Oír hablar a un santo de lo que debe de cuidarse y cómo alaba la naturaleza, cómo la llama hermana, para mi fue sorprendente. Llamar hermano a un árbol, llamar hermano al sol, hermana al agua, a mí no me nace, todavía no. Y decía ahí que les predicaba a los animales y les predicaba a las plantas y yo sorprendida, algún día lo haré, Señor. Fue algo muy padre, fue bonito. También nos dejaron poner nuestra mano, una huella en un árbol como signo de mi compromiso con la naturaleza. La verdad yo era una de esas personas que tiraba basura, o por la ventanilla del camión también la tiraba. Pero ese es mi compromiso ahora, ya no lo hago tanto.
Tercer joven: Bueno, pues a mí hubieron dos actividades que me llamaron mucho la atención. Tuvimos una en el auditorio, donde nos hicieron preguntas sobre cuál es la razón de nuestra vida, ¿por qué existimos? Esta pregunta, que a mí me tocó, me resuena mucho porque muchas cosas no pasan por casualidad. De hecho, yo soy mucho de la idea de que nada pasa por casualidad, todo pasa por una razón. Hay personas que llegan a nuestra vida sin que nosotros las hayamos tratado o se los hayamos pedido, pero esas personas llegan para bendecir nuestra vida, llegan para alegrarnos esos momentos tristes que a veces pasamos, llegan también para seguirnos guiando en el camino. La segunda actividad fue la del cerro, cuando todos estábamos cansados y subiendo hasta la cima. Hubo algo que a mí me resonó mucho esta semana, que era “esfuérzate y sé valiente”. Yo creo que Dios nos está llamando a que nos esforcemos día con día; aunque subamos una vereda muy grande hay que seguir adelante todos los días, sin importar lo que pase, porque si desfallecemos eso quiere decir que no estamos haciendo las cosas bien; hay que seguir adelante siempre, hay que llevar siempre el mensaje para todos y sobre todo a aquellos que lo necesitan.
Sin duda que cada uno de ustedes se lleva semillas del Evangelio y esas semillas tienen que ir creciendo con la gracia del Espíritu Santo. Hace días que fueron a invitarme a este encuentro el Movimiento familiar y los padres somascos, y dije yo: “con mucho gusto voy a ir”. Siempre es muy grato encontrase con adolescentes, con jóvenes, y animarles a seguir los caminos del Señor. De hecho, la Pastoral Juvenil tiene un objetivo, que es que ustedes tengan un encuentro con Cristo y ese encuentro con Cristo les va a permitir que se vayan evangelizando pero después tienen la tarea de evangelizar. Nadie da lo que no tiene; nosotros necesitamos descubrir a Cristo, encontrarlo.
En el 2016 el Papa fue a mi tierra, que es Morelia, y ahí se reunió con los jóvenes, ¿se acuerdan o no? Bueno, a ver, levanten la mano si alguien fue, ¿no fuiste tú, María? Ahí el Papa decía que la gran riqueza de México son los jóvenes, pero ahí está la riqueza, hay que irla trabajando. Precisamente este encuentro que se ha tenido, las Huellas de esta Jornada en la Tierra de en medio, eso significa Tlalnepantla, se quiere que estos ecos tengan también aquí una repercusión. ¿Quién fue a la Jornada en Panamá? Levante la mano. Fueron dos, ¿verdad? Muy bien, ¿y están contentos por la resonancia que hubo aquí? Bastante, qué bueno.
Ayer cumplí dos meses de que llegué a la Tierra de en medio y fíjense que en estos dos meses ya me he reunido con cinco zonas, esta semana me reúno con las dos que me faltan, más o menos con 150 parroquia, son 204 parroquias en la Arquidiócesis, y esta semana me reúno en la Zona de Huixquilucan y en la Zona de Fabela. Ha sido muy interesante porque yo tengo primero una reunión con todos los sacerdotes de esa zona, durante dos horas, y después con la gente, también para escuchar sus testimonios y posteriormente tener una celebración eucarística y una convivencia. En el diálogo con los sacerdotes sale el tema de los jóvenes. Necesitamos en nuestra Arquidiócesis revitalizar nuestra Pastoral Juvenil y ustedes son personas claves, que tienen que inyectar este deseo de encontrar a Cristo en todos los lugares. Algunas quejas que yo tengo por aquí son que en algunos templos ya se ve pura gente grande, y luego dicen: ¿dónde están los jóvenes? ¿dónde están los adolescentes? Tenemos que ir por los adolescentes y por los jóvenes, tenemos que contagiar la alegría del Evangelio.
Precisamente el Papa San Juan Pablo II, cuando ideó estas jornadas, quería que los jóvenes se sientan protagonistas. Ahora con el Sínodo y todo eso se le está dando esa importancia que tienen los adolescentes y los jóvenes, porque ustedes son no solamente el futuro sino son el presente de la Nueva Evangelización. Son el presente, porque a veces se dice “los jóvenes son el futuro”. No, los jóvenes ya son un presente. Estamos viviendo nosotros lo que se llama un cambio de época. A ver, levanten la mano los que tienen celular. Todos tenemos celular. Y a ver, levanten la mano los que evangelizan a través del celular. Muy bien. Estamos viviendo un cambio muy fuerte pero nosotros podemos evangelizar, y los jóvenes, ya con las nuevas tecnologías, pueden hacer que llegue el Evangelio de Jesucristo a muchos lugares.
Hoy tenemos que sentirnos contentos, tenemos aquí a todos estos santos. Yo soy diocesano pero toda mi formación con los jesuitas, tanto filosofía como teología. Luego tuve una especialidad con los salesianos en Roma y a San Juan Bosco se le llamaba: El padre y el maestro de la juventud. Él decía una frase muy bonita: “hay que ser buenos cristianos y honestos ciudadanos”, las dos cosas.
Yo vengo hoy a animarlos, a animarlos para que ustedes sean evangelizadores. Está en puerta la 5ta Gran Misión aquí en la Arquidiócesis. Levanten la mano los que van a salir a misionar el 2 de junio. Bueno, los que no la levantaron están invitados. El 2 de junio va a haber esta 5ta Gran Misión de salir y tocar puertas, detener a los carros, ir a las plazas comerciales, ir adonde sea, para, junto con su párroco, yo también voy a salir, llevar un mensaje, el mensaje de Jesús. Pero ese es un día, que yo digo que es muy importante porque necesitamos nosotros signos en nuestra sociedad de que Cristo está presente.
Recuerdo una experiencia que la platicaba allá en Santiago de Chile. Una vez se juntaron 10,000 jóvenes e inflaron globos, pero dentro del globo le pusieron una cita del Evangelio, de la Sagrada Escritura, y se pusieron en distintas partes de la ciudad los 10,000 jóvenes. Después al mismo tiempo lanzaron los globos. Llegaron los globos a distintos lugares y entonces llevaban un versículo de la Sagrada Escritura. Es una manera de evangelizar. Los jóvenes son muy creativos para evangelizar, ¿cómo podemos evangelizar el día de hoy?
Escuchamos en la primer lectura cómo Pablo y Bernabé llegaron bien contentos porque habían anunciado a Jesús, es más, se aventaron ellos a salir de las fronteras de Israel y se fueron con los paganos. No es fácil salir, porque a veces no te abren la puerta, ¿cierto? A veces te ofenden también, pero alegrémonos así como estos discípulos. ¿Y cuál era el mensaje? Es lo que decía Jesús hoy: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”, ahí está la novedad, “como yo los he amado”. Ese era el mensaje, el mensaje de la fraternidad, que somos hijos de Dios.
Ahora que ustedes salgan a sus casas, adonde vayan, anuncien las grandezas del Señor. Pero que esto no sea nada más como “flor de un día”, como ”llamarada de petate”, se dice también, sino que ustedes le den seguimiento, que continúen acercándose a la catequesis, a su parroquia, a sus grupos, a sus movimientos, para conocer más a Jesús y anunciarlo a los demás. Así que todos hoy salgan muy contentos. Tenemos que cuidar más la naturaleza, ese documento tan grande que ha tenido repercusiones a nivel mundial que se llama Laudato si’, el cuidado de la casa común, cómo tenemos que cuidar la casa común porque es creación de Dios.
Yo le pido a Dios que bendiga a cada uno de ustedes, a sus familias, a sus escuelas, colegios, a sus grupos de Pastoral Juvenil. Ojalá que también de aquí salgan vocaciones, a unas les veo caras de monjitas y a otros de padrecitos. Cuando hay Pastoral Juvenil debe abrirse a la Pastoral Vocacional, ¿qué quiere Dios que haga yo en mi vida? Quiere que yo contribuya a construir su Reino. Vamos a decir todos: Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
+José Antonio fernández Hurtado
Arzobispo de Tlalnepantla