Mensaje del Señor Arzobispo en el CRIT
Ayer, en la Misa, escuchábamos un trozo de la carta a los Hebreos, y en ese trozo nos decía que “Jesús quiso ser de nuestra misma sangre”, por eso aceptó el envío de Dios nuestro Padre, para hacerse hombre semejante a nosotros, menos en el pecado. Es decir, siendo el Hijo de Dios, quiso hacerse uno de nosotros, para que nosotros nos rehabilitáramos ya que la humanidad había perdido el horizonte de su finalidad. Nosotros tenemos un mismo origen y tenemos un mismo destino: venimos de Dios y a Dios vamos, la casa del Padre, nos espera siempre a todos, no a unos cuantos; y precisamente, porque eso quiere Jesús, por eso se hizo hombre.
Cuando nosotros somos coherentes, con este mensaje fundamental del cristianismo, surgen instituciones y fundaciones como el Teletón. Nos podríamos quedar tranquilos diciendo: bueno a este pobre niño ya le tocó nacer con cáncer, ni modo, ya es su destino. A este otro le tocó esta discapacidad, ya es su destino; pero no, todos los aspectos de la enfermedad, todas las deficiencias, son con una finalidad muy clara de parte de Dios: de que nos veamos, de que constatemos quién está a nuestro lado y descubramos en él, la presencia de Dios. Y de allí surge, entonces, la preocupación para poder ayudarle a aquel que necesita de nosotros. Esta es la esencia del cristianismo, esta es la esencia de la enseñanza de Jesucristo; y Teletón la ha asumido, se ve clarísimamente, que ha asumido este mensaje central del misterio de la Encarnación y de la Redención.
Jesús se encarnó para redimir, para rehabilitar, para tratar de que el otro alcance también a identificarse con Dios. Y nosotros, los que nos ha tocado condiciones de salud, por bondad de Dios muy generosas, al ver estas situaciones en otros hermanos, nos ayuda a entender que la salud, que esa capacidad, es para ofrecerla a los demás. De manera que todos los que trabajan aquí, que ponen su granito de arena, que colaboran, están haciendo eso: están mirando al otro para ayudarle desde lo que tienen, y desde lo que son. Es así como se construye el reino de Dios y como se construye esta fraternidad; para que cuando lleguemos a la casa del Padre, nos encontremos todos ahí, y nos reconozcamos como hermanos.
Teletón, pues, está haciendo su aporte, está abriendo espacios. A veces pudiéramos pensar –es para los niños– no, está abriendo espacios para médicos, terapeutas, administradores, gente de coordinación, donde puedan realizar la máxima de Jesús: “amarnos los unos a los otros como Dios nuestro Padre nos ama”.
Felicidades, sigan adelante, sigan creciendo, que yo creo que con ello hacen un gran aporte a nuestro país, a nuestra sociedad, y muy particularmente a los niños, que son, yo lo aprendí así desde pequeño, la presencia de Dios viva en medio de nosotros. Gracias.
+Carlos Aguiar Retes
Arzobispo de Tlalnepantla