Peregrinación Juvenil Zona II

Jóvenes de la Zona II peregrinan a la Parroquia de San Bartolomé Apóstol, Naucalpan en el marco del Jubileo de la Esperanza

Con gran entusiasmo y espíritu de fe, alrededor de 100 jóvenes de la Zona II participaron el pasado sábado 22 de marzo en una significativa peregrinación con motivo del Jubileo de la Esperanza, teniendo como destino la Parroquia de San Bartolomé Apóstol.

El recorrido estuvo marcado por momentos de oración, cantos y reflexión, en los cuales los peregrinos pudieron meditar sobre el significado de la esperanza en sus vidas y en su caminar cristiano. Durante la travesía, los jóvenes demostraron su compromiso con la fe, apoyándose mutuamente y fortaleciendo su sentido de comunidad.

Al llegar a la parroquia, fueron recibidos con alegría y participaron en una solemne misa de acción de gracias, presidida por el Padre David Granillo y el Padre Alexander Contreras. En un ambiente de recogimiento espiritual, los asistentes tuvieron la oportunidad de acercarse al sacramento de la confesión, lo que les permitió recibir la gracia del perdón y prepararse para vivir plenamente el Jubileo.

Uno de los momentos más significativos de la celebración fue la oportunidad de ganar la indulgencia plenaria, un regalo espiritual concedido en este tiempo jubilar a quienes cumplen con las condiciones establecidas por la Iglesia: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa. Con esto, los jóvenes renovaron su compromiso de vivir en gracia y seguir el camino de Cristo con renovada esperanza.

Finalizada la Eucaristía, el ambiente de gozo continuó con una tardeada de convivencia, donde los peregrinos compartieron alimentos en un gesto de fraternidad y unidad. Además, la jornada culminó con un animado baile, en el que los jóvenes expresaron su alegría a través de la música y la danza, fortaleciendo aún más los lazos de comunidad.

Este encuentro no solo fue una experiencia de fe profunda, sino también una oportunidad para que los jóvenes reafirmaran su papel en la Iglesia y en la sociedad, llevando consigo el mensaje del Jubileo de la Esperanza: confiar en Dios, vivir con alegría y construir un mundo más solidario y lleno de amor.