Monseñor Felipe de Jesús Cueto nació el 2 de julio de 1904 en Etzatlán, Jalisco, dentro de una familia formada por el señor Rafael Cueto y la señora Bernarda González.
Se inició en la vida franciscana en 1915, de la mano del párroco fray Pedro Camacho O. F. M. Dos años más tarde, en 1917, llegó a vivir al convento franciscano de su pueblo. A partir de 1920 perteneció a la Orden Franciscana como estudiante de Latín, primero en San Luis Potosí, y después, en 1023, en Santa Bárbara, California.
En 1927 tomó los hábitos en el noviciado de Hebbronville, Texas. El 24 de septiembre de 1932 se ordenó sacerdote en Corpus Christi, Texas, y al año siguiente viajó a Roma, para estudiar Teología, y a Jerusalén, para cursar Sagrada Escritura. Volvió a Hebbronville en 1937, donde laboró en el Seminario Coristado y en el Convento.
Hacia 1942 regresó a su patria. En Jalisco fue comisario desde 1942; se reeligió en 1945. Seis años después se convirtió en ministro de la Provincia de Jalisco.
Fue nombrado Definidor General de la Orden Franciscana para América Latina en 1952. Residió en la Casa Generalicia de Roma durante un lustro. Un año después se convirtió en Comisario Mundial de la Tercera Orden Franciscana.
Durante toda la década de 1950 participó en la fundación de diversas iglesias, parroquias, colegios, internados, en el norte y el oriente del país. En 1960 volvió a ser ministro de la Provincia de Jalisco.
El 13 de enero de 1964 Su Santidad Paulo VI fundó la Diócesis de Tlalnepantla y nombró como Primer Obispo a Fray Felipe de Jesús Cueto. El Delegado Apostólico Luigi Raimondi consagró a Monseñor Cueto el 1° de abril de 1964 en Tlalnepantla.
En 1967 el Papa Paulo VI nombró a Monseñor Cueto miembro por cinco años de la Sagrada Congregación de Religiosos. A lo largo de la siguiente década, el Obispo Cueto ordenó a muchos sacerdotes, erigió nuevas parroquias inició vicarías fijas.
El 1° de octubre de 1971 se celebró la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de los Remedios.
La Labor de Monseñor Cueto en Tlalnepantla fue vasta y dejó huella profunda. Durante los tres lustros que se mantuvo al frente de la Diócesis, la población que habitaba el territorio diocesano se incrementó drásticamente. Frente a esa situación, el Obispo Cueto dejó al final de su preioro 220 parroquias, en contraste con las 24 que había encontrado a su llegada. Asimismo, elevó el número de sacerdotes de 50 a 400.
El 1° de julio de 1979 Monseñor Felipe de Jesús Cueto se retiró de las obras episcopales por cumplir la edad reglamentaria.
Falleció el 16 de agosto de 1983.